jueves, 24 de septiembre de 2009

La última carcajada

Para todos aquellos que aún se sientan un poco perdidos en las causas y orígenes de esta crisis que, de forma directa o indirecta, nos afecta a todos os recomiendo un video disponible en Youtube en el que podemos ver una parodia emitida en un programa de máxima audiencia estadounidense, denominado: Last Laugh (La última carcajada)



No es mi intención hacer un repaso de cómo hemos llegado al punto en el que nos encontramos, si no comentaros la visión que tengo sobre la situación y coyuntura actual. Cosas del día a día…

La pregunta del millón: ¿A quién no le cuesta llegar a fin de mes? Y como reflexión un pequeño secreto que es posible que muchos no sepáis. La famosa expresión “mal de muchos, consuelo de tontos” en realidad tiene su origen en otra frase con un significado bien diferente: MAL DE MUCHOS, CONSUELO DE TODOS. Porque, por increíble que os lo parezca, resulta que sí que es un consuelo y un desahogo que haya más personas en una situación similar. Se trata de un sentimiento que nos infunde tranquilidad para poder pensar, para sacar fuerzas para seguir adelante.

Pues eso… que ¿a quién no le cuesta llegar a fin de mes? Esto es, que compramos menos, en definitiva. Lo que significa que para la mayoría de los negocios (pymes, autónomos) las ventas han caído en mayor o menor medida. El caso es que para quien siga vendiendo a niveles aceptables, salvo que su negocio tenga estipulado una forma de cobro al contado, le surge otro escollo en el camino. Lo más probable es que a día de hoy, haya visto limitadas las posibilidades de acceder a cualquier tipo de crédito, como les sucede a todos aquellos que documenten sus ventas a través de pagarés, puesto que seguramente hayan visto reducidas y, en ocasiones, prácticamente, anuladas sus líneas de descuento. Ni que decir tiene si, además, los librados pertenecen a los actuales sectores denominados de riesgo.

Llegado el vencimiento nos encontramos con otro “punto negro” en el camino del empresario español y es que el librado/deudor ha de hacer frente al pago de sus compromisos… ¡Ah! Pero… y ¿si no puede?¿si no dispone de la liquidez necesaria?

Estamos ante un círculo vicioso, señores. Porque ahora el empresario que sí vendía, la empresa que estaba funcionando, no tiene no tiene la liquidez necesaria para poder continuar, ha visto mermadas sus posibilidades de supervivencia, puesto que él también tendrá obligaciones a las que hacer frente pero no dispone de los fondos necesarios para ello.

Mi consejo: el trabajo duro, la innovación, la formación y la profesionalidad.

A veces es difícil ponerlos en práctica sin que ello conlleve aprender a delegar. No sólo un empresario es profesional cuando sabe hacer bien su trabajo, sino que el desarrollar correctamente una labor en ocasiones implica reconocer que una determinada situación solos no la vamos a poder solucionar y necesitamos ayuda de alguien que se encuentre en mejores circunstancias para tomar decisiones o, al menos, para poner todas las cartas sobre la mesa y valorar las posibles alternativas.

En ocasiones ese seguir adelante conlleva una ruptura, ese “borrón y cuenta nueva” que muchas veces decimos y luego n o ponemos en práctica.

En definitiva, nos encontramos en un situación de elevadas tasas de desempleo, restricción de crédito bancario, incremento del número de matriculados en Bachillerato y Formación Profesional, una nueva regulación de mercados financieros (inminente), incremento del cierre de empresas y concursos de acreedores (ya sean o no voluntarios, tenemos los juzgados colapsados),… Mientras tanto lo único que sube en los mercados financieros son los valores del oro, cobre y demás metales…

Sinceramente, la solución es no resistirse al cambio y adaptarse a él lo antes posible.

Lucía Estrada

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